miércoles, 30 de noviembre de 2011

RABINDRANATH TAGORE


La luz del sol me saluda sonriendo.
La lluvia, su hermana triste, me habla en el corazón.
Tu sol sonríe en los días de invierno de mi corazón,
 y no duda jamás de las flores de su primavera.

Imagen cedida por Adolfo ( un amigo) que ya nos contará dónde  está el sitio ...

jueves, 24 de noviembre de 2011

25 de noviembre

LECTURA DEL MANIFIESTO CONTRA LA VIOLENCIA 
EN TUDELA DE DUERO




















GRACIAS A TODAS Y A TODOS POR COLABORAR, ASISTIR, PARTICIPAR.........................................




lunes, 21 de noviembre de 2011

CONFERENCIA EN TUDELA

El próximo miércoles, día 23 de noviembre, a las 17 horas en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Tudela de Duero, hay conferencia sobre

 "LA FELICIDAD"

La actividad está organizada por el Taller de Salud.


Desde aquí, queremos animar a todos los alumnos a participar.
La entrada es libre.

jueves, 10 de noviembre de 2011

EL MATRIARCADO EN LOS POBLADOS CÁNTABROS ANTES DE ROMA

Como nos comentó nuestra guía en el Poblado Cántabro, el papel de la mujer en aquellas sociedades era fundamental.
Si queremos saber más del tema... que me parece muy interesante, aquí os dejo un enlace.

http://books.google.es/books?id=QB-a2H_8XQ4C&pg=PA89&lpg=PA89&dq=LOS+CANTABROS+MATRIARCADO+HERMANO+MAYOR&source=bl&ots=W-CAfpWCFd&sig=Dj6jPXIGCnNGkVPSiDitEAxcoNk&hl=es&ei=3k68TtqDCombOtC_8LgB&sa=X&oi=book_result&ct=result&resnum=3&ved=0CC8Q6AEwAg#v=onepage&q&f=true


UNA SIESTA DE DOCE AÑOS


Educar debe ser algo parecido a espabilar a los niños y frenar los adolescentes.Justo al contrario de lo que hacemos: no es extraño ver chicos de cuatro años con cochecito y chupete hablando por el móvil, ni tampoco lo es ver de catorce sin hora de volver a casa.
Hemos dicho sobreprotección, pero es la desprotección más absoluta: el niño llega al insti sin haber ido a comprar una triste barra de pan, justo cuando un amigo se ha pasado a la coca.
Sorprende que haya tanta literatura médica y psicopedagógica para afrontar el embarazo, el parto y el primer año de vida, y se haga un hueco hasta los libros de socorro para padres de adolescentes de títulos sugerentes como  Mi hijo me pega o  Mi hijo se droga . Los niños de entre dos y doce años no tienen quien les escriba.
Desde que abandonan el pañal (ya era hora!) Hasta que llegan las compresas (y que duren), desde que los desenganchas del chupete hasta que te hueles que se han enganchado al tabaco, los padres hacemos una cosa fantástica: descansamos. Reponemos fuerzas del estrés de haberlos parido y enseñado a caminar y nos desentendemos hasta que tocará ir a buscar de madrugada en la disco. Ahora que por fin volvemos a poder dormir, y hasta que el miedo al accidente de moto nos vuelva a despertar, hacemos una siesta educativa de diez o doce años.
Alguien se estremecerá pensando que este periodo es precisamente el momento clave para educarlos. Tranquilo, que por algo los llevamos a la escuela. Y si llegan inmaduros a primero de ESO que nadie sufra, allí les esperan los colegas de bachillerato que nos los sobreespabilarán en un curso y medio, máximo dos. En el modelo de padres que sobreprotege a los pequeños y abandona los adolescentes nadie les podrá acusar de haber fracasado educando a sus hijos. No lo han ni intentado.

LOS PADRES VELCRO

Cada generación de padres tiene sus excesos y sus carencias. Ha habido épocas claramente autoritarias, poco afectivas, y con una implicacion minima, y hay más cariñosas, cercanas y voluntariosas pero a veces demasiado permisivas. Hoy sufrimos, el mundo occidental, una dificultad 
creciente de los progenitores para despegarse de las criaturas, dejarlas espabilar y volar solas. 
Lo leo en el New York Times, en un reportaje que explica que en las universidades les cuesta que los padres dejen que sean los hijos sólo los que se organicen las habitaciones en las residencias. Se ve que algunos padres han llegado a quedar un par de días allí, han intentado asistir a alguna clase, o incluso han ido a secretaría a pedir un cambio de horarios. Las universidades han montado unas ceremonias de despedida de los padres en que se les enseña la puerta y se les impide en muchos casos subir a las zonas "sólo para estudiantes". 
Ultimamente, colegas que dan clases en las universidades catalanas m han explicado historias similares. Padres de niños de cuarto de carrera que reclaman revision de examen, por ejemplo. 
De aquí a unos años nos daremos cuenta de la contradiccion que supone, hoy en día, que muchos adolescentes ya tengan los 14 años libertad para tener una vida sexual y de ocio digna de un adulto, pero a la vez sean los padres los que los resuelven todos los temas prácticos. Se les deja hacer de grandes por la noche, cuando todo es muy confuso, pero de día están sobreprotegidos hasta límites que rozan el patetismo. Y más cuando hablamos de un universitario, que ya es mayor de edad. Puede beber y votar y conducir, debería saber elegir un horario de clases o negociar con un compañero si le toca la cama de arriba o el de abajo de la litera. Lo llaman padres velcro. De tan pegajosos, no dejan que los hijos maduren a tiempo.Es un ayuda envenenado, una protección bien intencionada que sólo les perjudica.El sentido común o, cuando menos, el sentido del ridículo nos deberían hacer reaccionar antes de que sea demasiado tarde.
http://www.carlescapdevila.com/?p=3152