jueves, 25 de noviembre de 2010
y más fotos.............. de la excursión
BILBAO.- RECUERDOS DE UN VIAJE
Han comenzado a llegarme las fotos, recuerdos de la excursión de ayer.
Hoy comenzamos con las de Sandra (de Tudela).
sábado, 20 de noviembre de 2010
El CTEA DE "TUDELA DE DUERO"
Información General
El CTEA de Tudela de Duero, es un Centro oficial dependiente de la Consejería de Educación, de la Junta de Castilla y León. Tiene una dotación personal de 3 funcionarios, de la JCyL, uno de ellos ejerce el cargo de Director, con liberación horaria., y otros 4 Técnicos Educativos, dependientes de la Diputación Provincial, uno de ellos, especialista en inglés, a tiempo parcial, compartiendo otra zona educativa.
El CTEA tiene como principales objetivos: ofrecer la oportunidad de aprender a las personas que no tuvieron acceso a la educación en su infancia, posibilitar la obtención de la titulación académica básica a los ciudadanos que lo deseen y, en definitiva, elevar el nivel cultural de la población del ámbito territorial.
Destinatarios
Todas las personas mayores de 18 años, sin límite de edad, que quieran ampliar o mejorar su nivel cultural.
Cursos que se ofertan
Los niveles de Educación Básica para Adultos: siguientes:
Tramo 1: 1º y 2º (Alfabetización y Neolectores)
Tramo 2: 3º y 4º (Avance y Consolidación)
Integración: Niveles de Español para inmigrantes:
Enseñanzas Abiertas: Talleres monográficos: Arte, Historia, Atención y Memoria, Inglés, Informática...
Recursos materiales
El CTEA dispone de 3 aulas, en Tudela de Duero, (Casa de Cultura) , 2 en la Cistérniga, y varios espacios de diversos usos.
Inscripción, reserva de plaza y matrícula
En el propio Centro, desde mediados de mayo se cumplimenta una solicitud y se realiza una prueba de nivel que supone una reserva de plaza. La matrícula se formaliza en septiembre.
El plazo de matrícula se mantiene abierto en los cursos de Alfabetización, Avance y consolidación, e Integración, siempre que haya plazas disponibles.
Otras Actividades
Actividades para conocer lugares de interés del entorno y actualidad cercanas.
Charlas de información y asesoramiento sobre temas de Salud, Igualdad, Higiene..etc.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Me duele
El síndrome Belén Esteban
Como profesora, las preguntas de los alumnos que más me cuesta responder convincentemente son sobre por qué hay que estudiar cosas que a ellos les parecen inútiles o absurdas, como la Historia o la Geografía.
Yo tengo claro qué me aportan a mí, pero de todas las razones que hay para estudiar estas cosas, yo les hago hincapié en lo necesarias que son estas disciplinas para comprender el mundo en el que viven: las coordenadas de espacio y tiempo, que al fin y al cabo son las que tratan la Geografía y la Historia, nos ayudan a conocer el sitio que ocupamos en el mundo y a comprender de dónde vienen todas nuestras realidades.
Que todo eso les puede parecer ajeno y absurdo, pero que muchas de las cosas que estudian tienen que ver con su vida real y que, quieran o no, les afectan.
Por ejemplo, ¿quieres saber por qué tienes a tu lado a un compañero que viene de Ecuador? ¿por qué habla el mismo idioma que tú? ¿quieres entender por qué un señor, por nacer con el apellido Borbón, va a ser "rey" y el Estado Español le va a dar mucha pasta (que vendrá de los impuestos que tú pagues de mayor)? ¿por qué lo que digan unos señores europeos en Bruselas va a repercutir - y mucho - en tu vida? Todo eso es geografía. Todo eso es Historia.
Algunos entienden qué quiero decir, otros no. Yo no llevo mal las preguntas, las protestas... Es normal. Donde me desarman del todo y me dejan sin respuestas es cuando me dicen que todo eso les da igual. Que para qué quieren saber dónde está Marruecos, si no van a ir nunca. Para qué conocer el tipo de elecciones que hay en España, si ellos no tienen la intención de votar jamás. Que les resbala que haya una guerra en Irak, que media África se esté muriendo de hambre o que la Unión Europea diga "bla". Si ni siquiera les interesa eso, imaginaos lo complicado que me resulta hacer que se interesen por lo que hacían señores de hace cinco siglos, por muy apasionante que yo intente pintarlo.
Y, lo que llevo peor con diferencia, es esa actitud de orgullo con el que exhiben su ignorancia y su cortedad de miras. Esa actitud de "no sirve para nada, no me interesa. Eso que cuentas y a lo que dedicas tu vida es una mierda. Yo quiero jugar a la Play/ irme de compras al Centro Comercial y ya". La tienen conmigo, que enseño Historia, pero también que los profes de lengua, de biología, de matemáticas. El desprecio por los libros, por el Arte, por la Cultura, por las Ciencias... no es algo tan raro, y puede conmigo.
Últimamente esa actitud está más de moda que nunca. Tenemos una perfecta encarnación en la dichosa Belén Esteban, que no sabe nada, no quiere saber nada y se jacta de ello. La mala educación, la zafiedad y la ignorancia puestos en un pedestal día tras día. Todo el mundo la aplaude porque ella es "auténtica" (signifique lo que signifique eso).
Conozco a mucha gente a la que le gusta ver a la Esteban y es curioso, porque hay toda clase de personas entre su público. Entre ellos, los que más me llaman la atención son dos tipos: la gente que tiene (o cree que tiene) más educación que ella y la ve como un divertimento, incluso algunos como un consuelo (yo soy mejor que ella), o los que son como ella, que han visto como la ignorancia y la mala educación también te pueden hacer triunfar en la vida y que hay que sentirse orgulloso de ello. Eso me da miedo: que se extienda y que sirva de ejemplo a más bobos, que opinen que el no saber nada es estupendo. Que el presumir de ser zafio e inculto se convierta en políticamente correcto y sea bien visto.
"Eh, que yo no quiero ayuda de nadie, que no necesito ayuda, leche" dice la Esteban en un momento de estos cuatro minutos de despropósitos. "Como yo no he pillado esa revolución -la industrial- tres narices me importa"- un argumento que podría haber empleado uno de mis peores alumnos.
En fin... lo grande es que estoy convencida de que la mayor parte del público (y muchos de los de las mesas) no tenían ni idea de que la chica estaba metiendo la zarpa hasta el fondo y más allá y reían y aplaudían porque lo decía el regidor.
Entendedme: yo no critico a la gente que no sabe. Yo no sé mucho de tantísimas cosas... tampoco creo que tenga que ser motivo de vergüenza el no haber estudiado, el no hablar correctamente o el tener lagunas de conocimiento.
Lo que me revienta es la actitud contraria, la exhibición con orgullo de la ignorancia y el menosprecio a cualquier cosa que huela a sapiencia. Me duele el desprecio a la educación, en todos sus sentidos. Me duele... y me da una pena que me muero.
Como profesora, las preguntas de los alumnos que más me cuesta responder convincentemente son sobre por qué hay que estudiar cosas que a ellos les parecen inútiles o absurdas, como la Historia o la Geografía.
Yo tengo claro qué me aportan a mí, pero de todas las razones que hay para estudiar estas cosas, yo les hago hincapié en lo necesarias que son estas disciplinas para comprender el mundo en el que viven: las coordenadas de espacio y tiempo, que al fin y al cabo son las que tratan la Geografía y la Historia, nos ayudan a conocer el sitio que ocupamos en el mundo y a comprender de dónde vienen todas nuestras realidades.
Que todo eso les puede parecer ajeno y absurdo, pero que muchas de las cosas que estudian tienen que ver con su vida real y que, quieran o no, les afectan.
Por ejemplo, ¿quieres saber por qué tienes a tu lado a un compañero que viene de Ecuador? ¿por qué habla el mismo idioma que tú? ¿quieres entender por qué un señor, por nacer con el apellido Borbón, va a ser "rey" y el Estado Español le va a dar mucha pasta (que vendrá de los impuestos que tú pagues de mayor)? ¿por qué lo que digan unos señores europeos en Bruselas va a repercutir - y mucho - en tu vida? Todo eso es geografía. Todo eso es Historia.
Algunos entienden qué quiero decir, otros no. Yo no llevo mal las preguntas, las protestas... Es normal. Donde me desarman del todo y me dejan sin respuestas es cuando me dicen que todo eso les da igual. Que para qué quieren saber dónde está Marruecos, si no van a ir nunca. Para qué conocer el tipo de elecciones que hay en España, si ellos no tienen la intención de votar jamás. Que les resbala que haya una guerra en Irak, que media África se esté muriendo de hambre o que la Unión Europea diga "bla". Si ni siquiera les interesa eso, imaginaos lo complicado que me resulta hacer que se interesen por lo que hacían señores de hace cinco siglos, por muy apasionante que yo intente pintarlo.
Y, lo que llevo peor con diferencia, es esa actitud de orgullo con el que exhiben su ignorancia y su cortedad de miras. Esa actitud de "no sirve para nada, no me interesa. Eso que cuentas y a lo que dedicas tu vida es una mierda. Yo quiero jugar a la Play/ irme de compras al Centro Comercial y ya". La tienen conmigo, que enseño Historia, pero también que los profes de lengua, de biología, de matemáticas. El desprecio por los libros, por el Arte, por la Cultura, por las Ciencias... no es algo tan raro, y puede conmigo.
Últimamente esa actitud está más de moda que nunca. Tenemos una perfecta encarnación en la dichosa Belén Esteban, que no sabe nada, no quiere saber nada y se jacta de ello. La mala educación, la zafiedad y la ignorancia puestos en un pedestal día tras día. Todo el mundo la aplaude porque ella es "auténtica" (signifique lo que signifique eso).
Conozco a mucha gente a la que le gusta ver a la Esteban y es curioso, porque hay toda clase de personas entre su público. Entre ellos, los que más me llaman la atención son dos tipos: la gente que tiene (o cree que tiene) más educación que ella y la ve como un divertimento, incluso algunos como un consuelo (yo soy mejor que ella), o los que son como ella, que han visto como la ignorancia y la mala educación también te pueden hacer triunfar en la vida y que hay que sentirse orgulloso de ello. Eso me da miedo: que se extienda y que sirva de ejemplo a más bobos, que opinen que el no saber nada es estupendo. Que el presumir de ser zafio e inculto se convierta en políticamente correcto y sea bien visto.
"Eh, que yo no quiero ayuda de nadie, que no necesito ayuda, leche" dice la Esteban en un momento de estos cuatro minutos de despropósitos. "Como yo no he pillado esa revolución -la industrial- tres narices me importa"- un argumento que podría haber empleado uno de mis peores alumnos.
En fin... lo grande es que estoy convencida de que la mayor parte del público (y muchos de los de las mesas) no tenían ni idea de que la chica estaba metiendo la zarpa hasta el fondo y más allá y reían y aplaudían porque lo decía el regidor.
Entendedme: yo no critico a la gente que no sabe. Yo no sé mucho de tantísimas cosas... tampoco creo que tenga que ser motivo de vergüenza el no haber estudiado, el no hablar correctamente o el tener lagunas de conocimiento.
Lo que me revienta es la actitud contraria, la exhibición con orgullo de la ignorancia y el menosprecio a cualquier cosa que huela a sapiencia. Me duele el desprecio a la educación, en todos sus sentidos. Me duele... y me da una pena que me muero.
¿Dónde está?? y ....la respuesta es..............
La iglesia, ya está localizada...
El océano también.
Nos falta un poquito más de la zona...y luego ....ir a verlo!!!
Esta mañana me hizo una visitar Pilar, y hablamos de lo agradable que resultó la búsqueda de los lugares que os había dejado para intentar localizar...se aprendía a buscar en internet...se viajaba con la memoria y con la imaginación, se conocían y reconocían lugares...
Pues vamos a seguir...
SE TRATA CLARO ESTÁ DE EL OCEÁNO ATLÁNTICO
Son los Palheiros y están en Costa Nova, Aveiro
Costa Nova: esta a unos 12km, junto a la playa de Barra. Son unas casitas con rayas de colores que parecen sacadas de un cuento de hadas.
Es una escultura que se llama "Peixe de pedra" y está en la playa
de Furadouro, en Ovar, Portugal.
4.- y.... ?
5.- y por último, este edificio es...y se encuentra...
En Portugal, el azulejo es todo un símbolo y un estilo de vida. Calles, plazas, iglesias, fuentes y hasta cementerios así lo demuestran. Un paseo desde Aveiro, famosa por sus canales, hasta Ovar, considerada ciudad-museo del azulejo, es tan sólo una de las mil excursiones que se pueden realizar por las ciudades y aldeas lusitanas para disfrutar del influjo de esta técnica de decoración secular
martes, 16 de noviembre de 2010
LEER LA PRENSA ...DE AYER DE HOY Y DE SIEMPRE
QUE PASÓ EL DIA QUE VINIMOS AL MUNDO?????
La Vanguardia ha digitalizado su hemeroteca y puedes leer el periódico del día en que naciste. Los lunes no había edición, así es que si naciste en lunes, introduce la fecha del día anterior o posterior.
Éste es el enlace del periódico:http://hemeroteca.lavanguardia.es/edition.html?bd=01&bm=02&by=1881&x=44&y=12
martes, 9 de noviembre de 2010
El rincón de los poemas......
...Tomando un café, en una cafetería de Parquesol, puse mi atención en unas líneas desperdigadas de un poema que estaban escritas en su friso...
"saeta que voladora cruza"-
Su búsqueda y localización en Internet, ha sido el ejercicio de un grupo del Taller de Informática, y el premio por haberlo encontrado, era...."Compartirlo con vosotros"
Os copiamos también dos imágenes, una, del autor, y otra !!! de la cafetería en la que podéis encontrarlo!!
Poema
Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;
hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá.
Gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar
y rueda y pasa y se ignora
qué playa buscando va.
Luz que en cercos temblorosos
brilla próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será.
Eso soy yo que al ocaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.
Gustavo Adolfo Bécquer
"saeta que voladora cruza"-
Su búsqueda y localización en Internet, ha sido el ejercicio de un grupo del Taller de Informática, y el premio por haberlo encontrado, era...."Compartirlo con vosotros"
Os copiamos también dos imágenes, una, del autor, y otra !!! de la cafetería en la que podéis encontrarlo!!
Poema
Saeta que voladora
cruza, arrojada al azar,
y que no se sabe dónde
temblando se clavará;
hoja que del árbol seca
arrebata el vendaval,
sin que nadie acierte el surco
donde al polvo volverá.
Gigante ola que el viento
riza y empuja en el mar
y rueda y pasa y se ignora
qué playa buscando va.
Luz que en cercos temblorosos
brilla próxima a expirar,
y que no se sabe de ellos
cuál el último será.
Eso soy yo que al ocaso
cruzo el mundo sin pensar
de dónde vengo ni a dónde
mis pasos me llevarán.
Gustavo Adolfo Bécquer
domingo, 7 de noviembre de 2010
El Hayedo de Ciñera
Dando el paseo vimos a las xanas, esos seres mitológicos, como cogían apresuradamente los peines de oro, las ropas casi secas y las madejas devanadas.
Se cree que protegen los amores y aunque parece que desean vivamente ser desencantadas, nadie lo ha logrado, pues se logra asir el hilo que conduce a ellas, pero surge alguna circunstancia, lo rompe, y se pierde así la oportunidad del desencanto.
Como tienen fama de poseer muchas riquezas, hay quien intenta acercarse a ellas, y tras diversas dificultades, llega a la fuente de la xana y le ruega:
sal, Juanina, sal,
toma de la mi pobreza
y dame de la tu riqueza.
En el próximo ... el Busgosu, ser protector de los bosques y de los seres que en ellos habitan.
Se cree que protegen los amores y aunque parece que desean vivamente ser desencantadas, nadie lo ha logrado, pues se logra asir el hilo que conduce a ellas, pero surge alguna circunstancia, lo rompe, y se pierde así la oportunidad del desencanto.
Como tienen fama de poseer muchas riquezas, hay quien intenta acercarse a ellas, y tras diversas dificultades, llega a la fuente de la xana y le ruega:
sal, Juanina, sal,
toma de la mi pobreza
y dame de la tu riqueza.
En el próximo ... el Busgosu, ser protector de los bosques y de los seres que en ellos habitan.
Mar de Haarlem
Jan Van Goyen
Mar de Haarlem
1656
Óleo sobre tabla de roble
40,5 x 55,5 cm
Städel Museum, Frankfurt am Main
Mar de Haarlem
1656
Óleo sobre tabla de roble
40,5 x 55,5 cm
Städel Museum, Frankfurt am Main
El Mar de Haarlem era un enorme lago interior hasta que fue desecado en el siglo XIX. La escena muestra a un hombre con una vara en una pequeña franja de tierra, sujetando una red de la que tiran dos pescadores desde un bote. Dos veleros surcan las tranquilas aguas. Se ve un molino de viento a media distancia y a la izquierda, más al fondo, otros dos veleros. A lo lejos, a la derecha, se distingue la iglesia de Haarlem.
Sin embargo, la mayor parte del cuadro lo ocupa un tumultuoso cielo. El cielo adquirió protagonismo en las obras de Van Goyen. Estas espectaculares nubes han sido pintadas delicadamente sobre un fondo preparado, aportando un efecto cálido y tonal.
Van Goyen hacía rápidos esbozos in situ utilizando tiza negra y aguada. Una vez en su estudio, estos esbozos servían de base para sus cuadros.
Este cuadro fue realizado el último año de su vida. En aquella época, Van Goyen utilizaba una limitada paleta monocroma de amarillos y marrones. Empleó pintura marrón para representar la ondulación del agua en el primer plano y aplicó hábilmente pinceladas en tono marfil para evocar la luz reflejada en ella.
Utilizando fenómenos atmosféricos y haciendo que el cielo dominara el espacio, Van Goyen creó una magistral sensación de profundidad, distancia y extensión.
El geógrafo
Jan Vermeer van Delft
El geógrafo
1669
Óleo sobre lienzo
51,6 x 45,4 cm
Städel Museum, Frankfurt am Main
El geógrafo
1669
Óleo sobre lienzo
51,6 x 45,4 cm
Städel Museum, Frankfurt am Main
Un hombre se encuentra ante una mesa, con el lado derecho iluminado por la luz que entra por la ventana. Está inclinado sobre unos pergaminos o papeles. Tiene la mano apoyada sobre un libro. Hay dos rollos de papel en el suelo. La pared del fondo está cubierta con azulejos de Delft.
Los objetos cartográficos —el compás, la escuadra en el taburete, el globo terráqueo y el mapa de la pared— nos dan a entender que este hombre es un geógrafo. Su cara está ligeramente orientada hacia la luz, con sus ojos mirando por la ventana. Sostiene el compás sobre el papel, como si estuviera haciendo una pausa para concentrarse.
El siglo XVII fue una época de grandes descubrimientos. Se cartografiaron nuevas tierras en mapas y se registraron nuevas rutas marítimas en las cartas de navegación, trayendo comercio y conocimientos de tierras lejanas.
Vermeer es admirado por su utilización del color y la luz, así como por su singular manejo del pincel. La luz se refleja en la frente del geógrafo y en la manga de su bata azul con forro rojo, creando una atmosfera vívida y relajada. Líneas diagonales de luces y sombras nos guían de nuevo hacia la figura del geógrafo. Una alfombra plegada y las cortinas que cuelgan a la izquierda de la ventana nos guían hacia la figura central. El propio geógrafo es el centro de su mundo, al igual que los Países Bajos era un centro de comercio y descubrimiento.
Actualmente considerado uno de los principales pintores holandeses (con sólo 35 obras), a lo largo de su vida Vermeer fue relativamente ignorado. Murió en la pobreza, dejando esposa y once hijos. Tuvieron que pasar más de 200 años para que sus obras adquirieran el valor perdurable que poseen en la actualidad.
La Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del Städel Museum,
La exposición:
Origen del Städel Museum
http://www.guggenheim-bilbao.es/microsites/stadel_museum/index.php?idioma=es
Del 7 de octubre de 2010 al 23 de enero de 2011, el Museo Guggenheim Bilbao acoge La Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del Städel Museum, una magnífica selección de 130 obras maestras provenientes del Städel Museum de Frankfurt, una institución de gran relevancia en Europa, que alberga una colección única de la denominada Edad de Oro de la pintura holandesa y flamenca del siglo XVII, la época de mayor hegemonía neerlandesa en las artes, las ciencias y el comercio.
La muestra, que cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA, ofrece al visitante, a lo largo de la tercera planta del Museo, una extensa selección de pinturas holandesas, enriquecida por significativas obras flamencas representativas del Barroco, en un recorrido temático por cinco grandes secciones, que se corresponden con los grandes géneros de la pintura en los que los artistas de la época se especializaron: Historia, Retrato, Pintura de género, Paisaje y Naturaleza muerta, evidenciando los gustos de la elite holandesa.
Comisariada por Jochen Sander, Subdirector y Conservador de pintura Alemana, Flamenca y Holandesa del Städel Museum, la exposición incluye obras maestras de más de 80 artistas, entre los que se encuentran los más relevantes de este período: Jan Vermeer, Rembrandt, Frans Hals, Peter Paul Rubens, los Brueghel, Jordaens y Teniers, Gerard ter Borch, Jan Steen, Jan van Goyen, Cornelis de Heem, Karel van Mander, Dirck van Baburen, Abraham Mignon o Adriaen Brouwer, entre otros.
La muestra, que cuenta con el patrocinio de la Fundación BBVA, ofrece al visitante, a lo largo de la tercera planta del Museo, una extensa selección de pinturas holandesas, enriquecida por significativas obras flamencas representativas del Barroco, en un recorrido temático por cinco grandes secciones, que se corresponden con los grandes géneros de la pintura en los que los artistas de la época se especializaron: Historia, Retrato, Pintura de género, Paisaje y Naturaleza muerta, evidenciando los gustos de la elite holandesa.
Comisariada por Jochen Sander, Subdirector y Conservador de pintura Alemana, Flamenca y Holandesa del Städel Museum, la exposición incluye obras maestras de más de 80 artistas, entre los que se encuentran los más relevantes de este período: Jan Vermeer, Rembrandt, Frans Hals, Peter Paul Rubens, los Brueghel, Jordaens y Teniers, Gerard ter Borch, Jan Steen, Jan van Goyen, Cornelis de Heem, Karel van Mander, Dirck van Baburen, Abraham Mignon o Adriaen Brouwer, entre otros.
La muerte a una avanzada edad del comerciante y banquero de Frankfurt Johann Friedrich Städel en su ciudad natal, en 1816, supuso también el nacimiento de uno de los museos de arte más importantes de Europa.
Städel había nombrado como único heredero un instituto de arte que ostentaría su nombre para la posteridad: el Städel Museum.
Creado como fundación civil en uno de los centros comerciales más relevantes de Alemania, el Städel Museum ha estado, hasta el día de hoy, muy influido por su relación con la ciudadanía de Frankfurt, y este contacto es visible en las colecciones del Museo, que se han ido formando durante los últimos 200 años gracias a donaciones y regalos, y a una política de adquisiciones de obras fundamentales que ofrecen una visión general del desarrollo de la pintura europea desde aproximadamente el año 1300 hasta el momento presente.
Desde los días de Städel, la pintura holandesa de la Edad de Oro, período que generalmente se entiende como el siglo XVII, ha ocupado un lugar destacado en la colección del Museo. Estas pinturas fueron creadas, por lo general, para la exitosa élite de mercaderes protestantes y de clase media de Holanda, y se correspondían con el gusto de los coleccionistas de la ciudad de Frankfurt, cuyos fondos serían finalmente donados -total o parcialmente- al Städel.
En las décadas posteriores a la sublevación holandesa de 1568 contra el reinado de los Habsburgo, las Provincias Unidas del norte de Holanda mantuvieron su terreno ante los intentos de Felipe II y sus sucesores de restaurar su gobierno, logrando establecerse como potencia comercial mundial en el siglo XVII. Con tal telón de fondo, un sentimiento de identidad y orgullo nacional fue creándose en la sociedad y reflejándose en las obras de los pintores holandeses de la Edad de Oro. La élite comercial, en su mayoría protestante y burguesa, que logró amasar grandes fortunas en aquellas décadas, deseaba reconocer sus ideales y conceptos morales en pinturas que colgaban en sus residencias y salones.
Esta excepcional selección de pintura holandesa y flamenca de la Edad de Oro del Städel Museum muestra el panorama del arte de la época, a través de obras maestras de Gerard ter Borch, Adriaen Brouwer, Gerrit Dou, Jan van Goyen, Frans Hals, Cornelis de Heem, Willem Kalf, Adriaen van Ostade, Rembrandt van Rijn, Jacob van Ruisdael y Jan Vermeer. La muestra también hace evidente la forma en que los gustos e ideales concretos de la élite holandesa se reflejaron en la pintura histórica y el retrato, en las escenas de género, en bodegones y paisajes.
Städel había nombrado como único heredero un instituto de arte que ostentaría su nombre para la posteridad: el Städel Museum.
Creado como fundación civil en uno de los centros comerciales más relevantes de Alemania, el Städel Museum ha estado, hasta el día de hoy, muy influido por su relación con la ciudadanía de Frankfurt, y este contacto es visible en las colecciones del Museo, que se han ido formando durante los últimos 200 años gracias a donaciones y regalos, y a una política de adquisiciones de obras fundamentales que ofrecen una visión general del desarrollo de la pintura europea desde aproximadamente el año 1300 hasta el momento presente.
Desde los días de Städel, la pintura holandesa de la Edad de Oro, período que generalmente se entiende como el siglo XVII, ha ocupado un lugar destacado en la colección del Museo. Estas pinturas fueron creadas, por lo general, para la exitosa élite de mercaderes protestantes y de clase media de Holanda, y se correspondían con el gusto de los coleccionistas de la ciudad de Frankfurt, cuyos fondos serían finalmente donados -total o parcialmente- al Städel.
En las décadas posteriores a la sublevación holandesa de 1568 contra el reinado de los Habsburgo, las Provincias Unidas del norte de Holanda mantuvieron su terreno ante los intentos de Felipe II y sus sucesores de restaurar su gobierno, logrando establecerse como potencia comercial mundial en el siglo XVII. Con tal telón de fondo, un sentimiento de identidad y orgullo nacional fue creándose en la sociedad y reflejándose en las obras de los pintores holandeses de la Edad de Oro. La élite comercial, en su mayoría protestante y burguesa, que logró amasar grandes fortunas en aquellas décadas, deseaba reconocer sus ideales y conceptos morales en pinturas que colgaban en sus residencias y salones.
Esta excepcional selección de pintura holandesa y flamenca de la Edad de Oro del Städel Museum muestra el panorama del arte de la época, a través de obras maestras de Gerard ter Borch, Adriaen Brouwer, Gerrit Dou, Jan van Goyen, Frans Hals, Cornelis de Heem, Willem Kalf, Adriaen van Ostade, Rembrandt van Rijn, Jacob van Ruisdael y Jan Vermeer. La muestra también hace evidente la forma en que los gustos e ideales concretos de la élite holandesa se reflejaron en la pintura histórica y el retrato, en las escenas de género, en bodegones y paisajes.
Para disfrutar más de la visita, pincha en el enlace siguiente:
EL MUSEO GUGGENHEIM Y SU ARQUITECTO
El edificio
Frank Owen Gehry
Los Ángeles, EE. UU.
Sala de Conciertos Walt Disney
Pabellón Jay Pritzker, Chicago, Illinois, EE. UU.
Edificio del Banco DG, Berlín, Alemania.
Vestíbulo del DG Bank
El Museo Guggenheim Bilbao, obra del arquitecto americano Frank O. Gehry, constituye un magnífico ejemplo de la arquitectura más vanguardista del siglo XX. El edificio representa en sí un hito arquitectónico por su diseño innovador y conforma un seductor telón de fondo para la exhibición de arte contemporáneo.
Se trata de uno de los cinco museos de la Fundación Solomon R. Guggenheim. Fue inaugurado el 18 de octubre de 1997 por el Rey Juan Carlos I de España.
Se trata de uno de los cinco museos de la Fundación Solomon R. Guggenheim. Fue inaugurado el 18 de octubre de 1997 por el Rey Juan Carlos I de España.
Frank Owen Gehry
(Toronto, Canadá, 28 de febrero de 1929), es un arquitecto asentado en Norteamérica, ganador del Premio Pritzker, reconocido por las innovadores y peculiares formas de los edificios que diseña.
Nació con el nombre de Ephraim Goldberg en Toronto, Canadá, pero adoptó más tarde la nacionalidad norteamericana. Su familia era de origen judío-polaca, con un padre que se dedicaba al comercio de materiales y una madre melómana. Se graduó en 1954 (año en que se cambió el nombre por presiones de su ex-mujer) de sus estudios de arquitectura y comenzó a trabajar en el estudio de Víctor Gruen y asociados en Los Ángeles. Tuvo que ausentarse durante un año para absolver el servicio militar, y a su regreso fue admitido a la Escuela de Diseño en la Universidad Harvard para estudiar urbanismo. A su regreso a Los Ángeles se incorporó nuevamente al despacho de Gruen.
En 1961, ya casado y con dos hijas, Gehry se trasladó con su familia a París, donde trabajó en el estudio de André Rémonder. La educación francófona que había recibido en Canadá le fue de gran ayuda para desenvolverse en París. Permaneció un año, durante el cual estudió las obras de Le Corbusier y otros arquitectos franceses y europeos, así como las iglesias románicas existentes en Francia.
Cuando regresó a Los Ángeles, Gehry abrió su propio despacho de arquitectura. En los años siguientes fue desarrollando su estilo arquitectónico personal y ganando reconocimiento nacional e internacional. Su arquitectura es impactante, realizada frecuentemente con materiales inacabados. En un mismo edificio incorpora varias formas geométricas simples, que crean una corriente visual entre ellas. Sus diseños no son fáciles de valorar para el observador inexperto, ya que una buena parte de la calidad de diseño se encuentra en el juego de volúmenes y en los materiales empleados en las fachadas, preferentemente el metal, en todo lo cual sólo el entendido reconoce enteramente la armonía y el diseño estructural.
Gehry es uno de los arquitectos contemporáneos que considera que la arquitectura es un arte, en el sentido de que una vez terminado un edificio, éste debe ser una obra de arte, como si fuese una escultura. Para acercarse cada vez más a este ideal, Gehry ha ido trabajando en sus sucesivos proyectos en esta dirección, sin abandonar otros aspectos primordiales de la arquitectura, como la funcionalidad del edificio o la integración de éste en el entorno.
Habiendo crecido en Canadá, Gehry es un gran fan del hockey, En el 2004 diseñó el trofeo de la Liga Mundial de Hockey.
Nació con el nombre de Ephraim Goldberg en Toronto, Canadá, pero adoptó más tarde la nacionalidad norteamericana. Su familia era de origen judío-polaca, con un padre que se dedicaba al comercio de materiales y una madre melómana. Se graduó en 1954 (año en que se cambió el nombre por presiones de su ex-mujer) de sus estudios de arquitectura y comenzó a trabajar en el estudio de Víctor Gruen y asociados en Los Ángeles. Tuvo que ausentarse durante un año para absolver el servicio militar, y a su regreso fue admitido a la Escuela de Diseño en la Universidad Harvard para estudiar urbanismo. A su regreso a Los Ángeles se incorporó nuevamente al despacho de Gruen.
En 1961, ya casado y con dos hijas, Gehry se trasladó con su familia a París, donde trabajó en el estudio de André Rémonder. La educación francófona que había recibido en Canadá le fue de gran ayuda para desenvolverse en París. Permaneció un año, durante el cual estudió las obras de Le Corbusier y otros arquitectos franceses y europeos, así como las iglesias románicas existentes en Francia.
Cuando regresó a Los Ángeles, Gehry abrió su propio despacho de arquitectura. En los años siguientes fue desarrollando su estilo arquitectónico personal y ganando reconocimiento nacional e internacional. Su arquitectura es impactante, realizada frecuentemente con materiales inacabados. En un mismo edificio incorpora varias formas geométricas simples, que crean una corriente visual entre ellas. Sus diseños no son fáciles de valorar para el observador inexperto, ya que una buena parte de la calidad de diseño se encuentra en el juego de volúmenes y en los materiales empleados en las fachadas, preferentemente el metal, en todo lo cual sólo el entendido reconoce enteramente la armonía y el diseño estructural.
Gehry es uno de los arquitectos contemporáneos que considera que la arquitectura es un arte, en el sentido de que una vez terminado un edificio, éste debe ser una obra de arte, como si fuese una escultura. Para acercarse cada vez más a este ideal, Gehry ha ido trabajando en sus sucesivos proyectos en esta dirección, sin abandonar otros aspectos primordiales de la arquitectura, como la funcionalidad del edificio o la integración de éste en el entorno.
Habiendo crecido en Canadá, Gehry es un gran fan del hockey, En el 2004 diseñó el trofeo de la Liga Mundial de Hockey.
OTRAS OBRAS DEL AUTOR
Sala de Conciertos Walt Disney
Pabellón Jay Pritzker, Chicago, Illinois, EE. UU.
Edificio del Banco DG, Berlín, Alemania.
Vestíbulo del DG Bank
Casa Danzante- Praga
viernes, 5 de noviembre de 2010
Excursión a León y Hayedo de Ciñera del 3 de Noviembre
El día amaneció frío, pero totalmente despejado. El sol se animó a seguir nuestra ruta, y nos acompañó a lo largo de todo el día. !!!Rumbo a Ciñera!
El hayedo, con el fabuloso espectáculo de cambio de color, las hojas que en el suelo aparecen ocres, formando una bella estampa. Parece como que los árboles, dejaran caer sus hojas para ahorrar energías y así hacer frente al duro invierno que se aproxima y se deja sentir en las temperaturas nocturnas, pero respetará nuestro día de ocio, y nos hará disfrutar de su luz y su calor durante toda la jornada.
La comida en Villamanín se convirtió en un poco más que un mero degustar alimentos, variados, de zona, y abundantes! la menestra, las patatas con pulpo, pero sobre todo, algunos recordarán los embutidos y el cabrito asado!. Hacia el café y la tarta de queso, el grupo ya había vivido sus momentos de tertulia, risas, relax y buena compañía.
Nuestro descenso hasta León, nos llegó en momentos siesteros, y en un abrir y cerrar de ojos, nos pusimos en la capital. Los que los tuvieron abiertos, apreciaban los cambios en el paisaje,los matices de la luz, los ríos trucheros..., los que los entornaban, disfrutaban de otros recuerdos, y otros paisajes.
Ya en León, un recorrido por la calle principal y nos detenemos en el Palacio de los Botines para contemplar una de las joyas de Gaudí repartidas en nuestra comunidad. Una visita rápida a San Salvador de Palat, un regreso rápido para llegar a la cita con nuestras guías del Museo de León, en el edificio Pallarés, de la Plaza de Santo Domingo, y que durante casi una hora nos acercaron a la pre/ y la historia leonesa, dejándonos un buen sabor de boca con del Cristo de Carrizo, joyita de marfil, del S.XI. Un último vistazo al Palacio del Conde Luna, otra de las sedes de la exposición de los Reinos de León y.......Con los deberes hechos, nos dispusimos a regresar a casa.
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